El pensamiento de Fidel y la Atención Primaria de Salud.
Última modificación: 2025-12-22
Resumen
El legado de Fidel Castro en el sistema de salud cubano se manifiesta en la construcción de un modelo
de Atención Primaria de Salud (APS) orientado a la universalidad, la equidad y la prevención. Desde la
Revolución de 1959, el estado cubano priorizó educación y salud como pilares de la transformación
social, destinando recursos a la formación masiva de personal sanitario, la expansión de servicios
básicos y la gratuidad del acceso. Estas políticas culminaron en la institucionalización del Programa del
Médico y la Enfermera de la Familia a inicios de los años ochenta (modelo que arrancó en 1984 en el
policlínico de Lawton), que integró la consulta familiar, el consultorio comunitario y el policlínico como
niveles articulados de APS. El enfoque preventivo, la estratificación por áreas y la vinculación entre salud
pública y planeamiento comunitario permitieron mejoras sostenidas en indicadores como la mortalidad
infantil y la esperanza de vida, incluso durante crisis económicas. Además, el internacionalismo sanitario
promovido por el liderazgo revolucionario tradujo la experiencia cubana en brigadas médicas
internacionales y cooperación técnica en salud. No obstante, la literatura también documenta desafíos:
limitaciones materiales, tensiones entre equidad y eficiencia, y el impacto reciente de factores
demográficos y migratorios en la sostenibilidad del sistema. Esta revisión sintetiza evidencia histórica,
análisis académicos y reportes de organismos internacionales para discutir cómo las políticas y
decisiones impulsadas por Fidel configuraron el desarrollo de la APS cubana,
de Atención Primaria de Salud (APS) orientado a la universalidad, la equidad y la prevención. Desde la
Revolución de 1959, el estado cubano priorizó educación y salud como pilares de la transformación
social, destinando recursos a la formación masiva de personal sanitario, la expansión de servicios
básicos y la gratuidad del acceso. Estas políticas culminaron en la institucionalización del Programa del
Médico y la Enfermera de la Familia a inicios de los años ochenta (modelo que arrancó en 1984 en el
policlínico de Lawton), que integró la consulta familiar, el consultorio comunitario y el policlínico como
niveles articulados de APS. El enfoque preventivo, la estratificación por áreas y la vinculación entre salud
pública y planeamiento comunitario permitieron mejoras sostenidas en indicadores como la mortalidad
infantil y la esperanza de vida, incluso durante crisis económicas. Además, el internacionalismo sanitario
promovido por el liderazgo revolucionario tradujo la experiencia cubana en brigadas médicas
internacionales y cooperación técnica en salud. No obstante, la literatura también documenta desafíos:
limitaciones materiales, tensiones entre equidad y eficiencia, y el impacto reciente de factores
demográficos y migratorios en la sostenibilidad del sistema. Esta revisión sintetiza evidencia histórica,
análisis académicos y reportes de organismos internacionales para discutir cómo las políticas y
decisiones impulsadas por Fidel configuraron el desarrollo de la APS cubana,
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